miércoles, 28 de noviembre de 2007

Un día en el Retiro

El día 9 fue el día de La Almudena, la patrona de Madrid, así que mientras Juanmi se fue a disfrutar la fiesta a Málaga, yo me quedé en la capital, para sacarle un poco de jugo. El domingo 11 pretendí ir al Prado a ver la nueva ampliación, por supuesto en Metro, porque ese día había un atasco tremendo... Al llegar vi que la cola era abrumadora, incluso por la entrada secreta (la entrada para grupos). Por suerte tenía un plan B, que era ir al Retiro para disfrutar de las actividades de la Semana de la Ciencia. Pero el folclore pudo conmigo y no tuve más remedio que disfrutar del espectáculo que supone un domingo en el Retiro per se.

Familias enteras paseaban por este parque mientras sus hijos jugueteaban, personas leyendo en los bancos, en las inmensas zonas de césped, compaginando el espacio con enamorados y perros. Gitanas ofreciendo amablemente su romero (¡más finas que en Málaga!), flores e insectos con bufandas y, sobre todo, muchas muestras artísticas, sobre todo artistas callejeros. Al llegar me encontré a un tipo con dos perillas que combinaba ejercicios de equilibrio sobre piezas inestables (acrobacias) con monólogos y chistes ácidos para implicar al público. Muy divertido, el que más esa tarde. Al terminar su función, a pocos pasos, un marionetista italiano combinaba una simpática melodía con una soez historia protagonizada por dos arlequines.



Uno de los palacetes del Retiro albergaba una exposición sobre textiles, con curiosos materiales, influencias multiculturales pero reducido pragmatismo... Así que continué mi paseo. Encontré un teatro de marionetas de las de toda la vida, de esos de calcetines en mano y cajas de zapatos como escenario. Era un espectáculo para niños, pero me entretuvo incluso unos segundos. Seguí andando y encontré una calle inmensa que parecía estar especializada en deportes de ruedas: ciclismo, monopatines, patines, monociclos, acrobacias, ¡hasta un partido de hockey! Al final, aunque mi curiosidad hizo lo que pudo, el frío consiguió vencerme y volví a casa... y comí chino xD

6 comentarios:

Mavichi dijo...

Anda, anda, que no te lo montas bien ni nada!!!!

Por cierto, para cuándo un post de nuestra estancia allí??

Tu ratón está en peligro, si no lo pones XDDDDDDD

Diego dijo...

Cuando me mandes las fotillos que faltan ;)

Anónimo dijo...

Qué rollo!!! Seguro que yo me lo pasé mejor en Málaga! :P

Es broma hombre!, si a mi me chiflan las marionetas desde siempre...sino por qué tengo dos fraguels en mi cabecera?

De mayor quiero ser marionetista!!!

bugati dijo...

Jaja que puntaszo el saltinbanqui con el casco. Que pasa que ya tiene experiencia de tortazos? jajaja.

Y que susto la calle esa de los bicivoladores... ahí el que parte el bacalao es el colega ese que vimos que bajaba la cuesta esa con el monopatín somo si fuera un slalon gigante en la nieve... jaja un opco más y se estrella contra la rotonda y lo atropeyan los cochces jajaja... (pardillo)

Artalego

Mavichi dijo...

pues va a ser difícil, hermano... creo que el dispositivo bluetooth del ordenata está cascado :(

Voy a ver si funciona una última vez, y si no, a los tubos!!! XD

Ghaneroth dijo...

Pues anda q no te lo pasas tu bien! Que placer esa oferta callejera tan variada, aquí en Málaga como no te pares a escuchar alguno de los dos millones de acordeonistas rumanos q hay...

Muy majo el post Diego, muy intimista.

Oye, como es q ha venido Juanmi a Málaga y no me he enterado?