Oh, yeah, very well, fandango... Nueva entradas en Boquerones. Corta, cortísima...
Pronto será la presentación de los vídeos del año 2009; y es que son muchos, variados, dispares y disparatados.
Recorriendo casi toda la geografía española (desde la punta del pie hasta el último pelo de la coronilla)...
Pero aún falta una parada más que, con suerte, será la penúltima: Santiago de Compostela, en plena temporada de lluvias. Sin duda, un regalazo eso de hacer un baile en plena plaza del Obradoiro.
Y aún tenemos una parada más pendiente: ¿Teruel? ¿Roma? ¿Cáceres? ¿Tavira?... Seguiremos informando... porque promete... Ya lo creo que promete. Y es que, aunque quede poco tiempo de este año 2009, los dos últimos meses darán para mucho.
Aprovechando que estoy aprovechando la mañana para actualizar, he aprovechado para echar pabajo el post de Pedro, así aprovecho y os enseño una fotillos del viaje de provecho que Mavi, Cheto, Auxi, Nacho y yo hicimos a Úbeda y Baeza hace unas semanas.
Sobre Úbeda tengo que contaros que es un pueblo muy señorial, con grandes plazas, numerosas iglesias e impresionates palacios. Es una de esas ciudades (o pueblo ¿en qué quedamos?) que te da la sensación que sus habitantes rezuman riquezas por los doce costados.
¿Qué hacer en Úbeda a parte de lo típico? Pues ir con mucho dinero, porque es cara de pelotas, pero sobre todo ir a las representaciones teatrales callejeras que organizan en una oficina de turismo. Y si queréis comprar productos de forja, id a la fábrica de Manolo. Bueno, aquí también tienen...
Y Baeza es otro rollo. Transmite mucho mejor la sensación de estar en un pueblo medieval: las calles son muy estrechas y recónditas, de piedra, muchas están cubiertas por arcos y en cualquier esquina parece que va a aparecer Ala Triste o Águila Roja. Muy bonito. La recomendación aquí es tirar los mapas y perderse por las calles del centro y aventurarse a ir descubriéndola de sorpresa en sorpresa.
Ganas no me faltan de escribir, lo que me falta es el tiempo y la decisión. Esta semana me he propuesto hacer un post, me he llevado la cámara por ahí y he juntado material.
Pues como os fui contando en semana santa, estoy haciendo mi tesina del master en un instituto de investigación de la universidad. Voy dos dias a la semana a echar la mañana allí y la verdad es que me viene muy bien para cambiar la rutina de las clases.
El instituto está en un edificio bastante chulo, pero que está a tomar viento. Por dentro está dividido en varias "peceras" y en cada una se hacen tareas distintas. La mía tiene cinco estaciones de trabajo tochísimas y varios servidores que pegan un calor mortal. Justo al lado hay una que tiene dos robots industriales y que ahora mismo nadie está usando. Huelga decir la de cosas perversas que se me ocurren cada vez que paso por delante.
Una de las mejores cosas de ir a la universidad por la mañana es comer en el cesped del campus. Hay arboles con sombra y nadie te molesta. Mirad que a gusto.
Me estoy llevando libros para leer mientras almuerzo y ahora mismo estoy leyendo Kafka en la Orilla. Creo que es uno de los libros más extraños que he leido hasta ahora, os lo recomiendo!
Una cosa curiosa es que esta semana ha aparecido un F14 aparcado detrás de la facultad de diseño. Por la cara.
Este es el aparcabicis de mi facultad en hora punta.
Aprovecho la foto para contar una mala noticia: me han robado la bici. La até en el aparcabicicletas de delante de mi casa con sus dos cadenas, subí una hora a casa a comer y cuando bajé me la habían levantado T3T
Ahora no sé si arreglar el cacharro que me compré aquí, comprarme una nueva o resignarme a ir a pata a los sitios. Que coraje, no le ha dado tiempo a estar ni un año conmigo...
En fin, os iré contando alguna cosilla más en posts inesperados como este :) Un abrazo a todos!
Aunque las fotos se han estado comentando en Facebook, la tradición exige en Boquerones el post correspondiente a la macro visita malagueña a Valencia y aquí va. Más vale tarde que nunca.
Como es mi costumbre, será un post sincrético y ultra resumido de un fin de semana (largo) de chalaura:
El viernes recogí a Juanmi en la estación de tren y echamos la tarde a vueltas mientras esperabamos a que llegaran los demás. Una vez todo el mundo en Valencia comenzó la invasión oficial de mi piso con la toma del salón por los colchones y la posterior conquista del balcón para protegernos del ruido del compresor. Como dijo Naproxeno, la sensación era de "ya estamos aquí". Cerramos la noche con unas cervezuelas.
Muchas gracias por los dulces arabes, las especias, el té y el vinillo que me trajísteis!
El sábado después de desayunar nos largamos al centro sedientos de polvora. Echamos el rato esperando a que empezara la mascletá haciendo trenzas y fotos extrañas.
Después de la pirotecnia, empezamos la visita al centro. Vimos las primeras fallas (y falleras), visitamos la catedral y subimos a la torre del Miguelete. El chorro de escalones que tuvimos que escalar en esa torre nos dejó un dolor de pies que nos acompañó el resto de la visita pero también nos proporcionó fotos geniales de Valencia desde lo alto. Bajar fue una odisea similar a subir, esa mañana nos ganamos el almuerzo: unas pizzas muy ricas que compramos al lado de las Torres Serrano
Después visitamos la Lonja de Seda, el barroquisimo palacio del Marques de Dos Aguas y nos acercamos por la Puerta del Mar. Hecha la visita turística de rigor, volvimos al metro para acercarnos por Alboraya a tomarnos una horchata con fartons en una horchatería que me habían recomendado (y que Warmy ya conocía).
Y que buena resultó estar! Tanto vicio le cogimos que acabamos volviendo todos los días.
A cenar a casa (teriyaki, verduras y un arroz pasado que todavía me pesa) y a dormir, que el día siguiente también prometía largo.
La mañana del domingo la dedicamos, Warmy por su lado a dormir, y el resto a ver peces. El oceanográfico fue una visita divertidisima. Vimos crusteceos, cetáceos, quelonios, equinodermos, sirénidos y peces de todos los colores, tamaños y formas imaginables. Volvimos a inflarnos de andar y sacamos patadas de fotos y videos.
Por la tarde se incorporó de nuevo Warmy con intención de visitar el museo fallero (que estaba cerrado). Pecata minuta, pillamos el rio y después de un paseo muy agradable acabamos en el parque Gulliver donde echamos una tarde muy entretenida a base de tirarnos por los toboganes y esquivar niños pequeños. Después de tanto ejercicio, nos recompensamos con una horchata con fartons.
Aquella noche se nos unió Ramón y nos fuimos a ver fuegos artificiales. El ambiente estaba muy concurrido y el castillo de fuegos fue el mejor que he visto hasta ahora (al menos el que he visto desde más cerca). Acabamos la noche haciendo el cafre en los columpios de enfrente de mi casa.
El día siguiente era el último y lo quemamos (literalmente). Por la mañana fuimos al pueblo de Ramón, que nos guió hasta la albufera, nos acompañó a comprar petardos y nos invitó a una comida deliciosa.
Por la tarde tocaba ver las fallas. Sea por grandes, coloridas, divertidas o bien ejecutadas, la mayoría de las fallas que vimos eran espectaculares (también las había cutres, por supuesto).
Creo que lo mejor de esa tarde y esa noche fue el camino entre falla y falla, que estuvo sembrado de petardos (hasta tuvimos que parar para reaprovisionarnos) Las guerras de petardos y los experimentos explosivos puntuales fueron divertidisimos. Es dificil resumir en pocas palabras lo bien que nos lo pasamos ese día.
Y el fin de la visita llegó, casi de improvisto. Sobreponiendonos al dolor generalizado de espaldas, pies y piernas nos tomamos la última horchata. Los malagueños volvieron al cuartel general, espero que con un buen recuerdo. A los que por una cosa o por otra no pudisteis visitarme en esta ocasión, mi casa está abierta siempre para cuado querráis venir.
Para mí no terminó Fallas ahí, me volví a unir a Warmy y Ramón para visitar Sagunto y Port Saplaya y para ver arder las fallas en la Noche del Fuego.
Una vez consumidos los fuegos y recogidas las cenizas, se acabaron las fiestas y con ellas las vacaciones. He vuelto a la rutina de las clases y el estrés.
Pero ya mismo llega Semana Santa y nos volveremos a juntar!
Hasta dentro de dos semanas y si no media algún post más, un abrazo a todos.
Lo absurdo lo vimos nada más llegar al Prâter de Viena (un parque de atracciones), donde un curioso personajillo nos dio la bienvenida más calurosa (a 0º C)...
... para luego seguir caminando, y encontrarnos con que, algo muy nuestro, ha llegado a Viena. Un gato con la boca abierta. "Miau, que te como!!"...
... El Ratón Vacilón...
...Seguidamente, descubrimos que Tívoli no es sólo danés, ni tampoco malagueño, sino también vienés...
... Para llegar al culmen de todo viaje, que no podía ser otro...
... Un Warro - Cajero... Con gruñidos incluidos...
Hace dos fines de semana (que ya me tocaba) Cheto, Mavi, Auxi, Nacho y yo estuvimos en Priego de Córdoba, un pueblecito muy bonito y bastante señorial, que está a unas dos horas de Málaga. Nos alojamos en una casa rural (más bien un hotel rural) que se llama Casa Baños de la Villa. Pero primero, hablaré del pueblo.
Priego es un pueblo de "buenas casas" como se suele decir. Está lleno de palacetes que actualmente son casas (enurmes) o algunas están aprovechadas para museos (como el museo de Niceto Alcalá Zamora), la cosa es que es lo más normal del mundo encontrarte construcciones de este tipo. También tiene muchas plazas en la que, lo más destacado, es el agua, que está presente, hasta el punto que existe una fuente llamada "la fuente de los cien caños" (o algo así), que tiene más chorros de agua que yo pelos. Señorial, pero por otra parte, comer y turismear en Priego no es caro: existen muchos restaurantes en los que te puedes partir el pecho comiendo por 10 euros, como "La Pianola", aunque la oferta es amplia.
En segundo lugar, hablaré de lo que fue nuestro alojamiento. En Casa Baños de la Villa el principal atractivo es que cuenta con unos Baños Árabes ¿qué es esto? Pues consiste en una especie de pequeño balneario en el que te encuentras con una piscina de agua caliente, otra templada y otra fría (como el medallón de Drácula) y un baño turco, que básicamente es una sauna de vapor. Pues yo no estaba totalmente convencido de ir a este sitio, pero en cuanto me metí en la piscina de agua caliente... entré en un mundo paralelo donde sólo existe la calma y el vacío XD una gozada a la que os recomiendo ir, por los baños, por el precio (baratísimo) y por las habitaciones tan sumamente confortables y "cucas" que podeis ver en la web. Además, en el hotel organizaron una fiesta de cumpleaños sorpresa para Nacho en la que nos hinchamos de comer y en la que florecieron los regalos por parte de Mavi y Cheto.
