Aterrizaje en Valencia

Llegué a Valencia el lunes pasado y he tenido una semana de locura hasta que, por suerte, ha llegado el fin de semana y he podido relajarme un poco.

El viaje tuvo todos los ingredientes clásicos de una mudanza: el coche lleno de bultos, salida de Jaén dos horas más tarde de lo previsto, parada a comer en un pueblo sórdido a la vera de la Autovía y como guinda, al entrar en Valencia nos pasamos la salida de la circunvalación y casi acabamos en Barcelona. Con cuatro horas de retraso sobre el horario previsto llegamos, por fin, a mi nuevo piso.

Invité a mi padre a quedarse la noche del lunes en mi cuarto, para que no tuviera que hacerse el camino de ida y vuelta Jaén-Valencia en un solo día. Mi papá se tomo la oferta con liberalidad y decidió quedarse un par de días “para pasear por Valencia y ayudarme a instalarme”. Así que mis impresiones de los dos primeros días que pasé en mi piso son que no llegué a pisar mi cuarto y que dormí en el sofá del salón xD.

Mientras mis padres se iban a pasear a la playa y a los bellos parques del centro de Valencia, yo me dediqué a hacer colas interminables en todas las ventanillas de la Universidad para intentar aclarar mi situación académica (las clases del posgrado empezaban el día 17 y ese mismo día por la mañana aún no se había publicado la lista de adjudicación de plazas >_<, además de que nadie sabía en que edificio se impartían las clases, una pesadilla)

Llegó el miércoles, mi padre decidió que ya me había ayudado bastante y se volvió con mi madre a Jaén. Yo pude por fin abrir las maletas, guardar la ropa, montar el ordenador y colocar las cosas importantes. También pude confraternizar un poco con mis compañeros Pere y José Ángel, que son muy majos. Pere estudia japonés como yo, José tiene un pequeño estudio de música en el salón y los dos son unos cocinillas. Todo pinta que nos vamos a llevar bien. Además, ese mismo día me llamaron de la universidad para avisarme de que tengo plaza en los dos posgrados que pedí y puedo elegir el que yo quiera.

Ahora, unas fotillos del piso.

El salón, con los instrumentos de José y el sofá que me dio la bienvenida a la casa.

La cocina, donde mi wok ya ha encontrado su rinconcito.

Y mi cuarto, con todas las vainas por medio.

              

En futuros posts (además de poner más fotos) os quiero enseñar la Universidad Politécnica, que es inmensa y algunas de las cosillas de Valencia que he ido encontrando estos días. ¡Saludillos a todos!

p.d. Warmy, pasanos la dirección del blog de Ramón y lo ponemos aquí al lado!