Como es mi costumbre, será un post sincrético y ultra resumido de un fin de semana (largo) de chalaura:
El viernes recogí a Juanmi en la estación de tren y echamos la tarde a vueltas mientras esperabamos a que llegaran los demás. Una vez todo el mundo en Valencia comenzó la invasión oficial de mi piso con la toma del salón por los colchones y la posterior conquista del balcón para protegernos del ruido del compresor. Como dijo Naproxeno, la sensación era de "ya estamos aquí". Cerramos la noche con unas cervezuelas.
Muchas gracias por los dulces arabes, las especias, el té y el vinillo que me trajísteis!
El sábado después de desayunar nos largamos al centro sedientos de polvora. Echamos el rato esperando a que empezara la mascletá haciendo trenzas y fotos extrañas.
Después de la pirotecnia, empezamos la visita al centro. Vimos las primeras fallas (y falleras), visitamos la catedral y subimos a la torre del Miguelete. El chorro de escalones que tuvimos que escalar en esa torre nos dejó un dolor de pies que nos acompañó el resto de la visita pero también nos proporcionó fotos geniales de Valencia desde lo alto. Bajar fue una odisea similar a subir, esa mañana nos ganamos el almuerzo: unas pizzas muy ricas que compramos al lado de las Torres Serrano
Después visitamos la Lonja de Seda, el barroquisimo palacio del Marques de Dos Aguas y nos acercamos por la Puerta del Mar. Hecha la visita turística de rigor, volvimos al metro para acercarnos por Alboraya a tomarnos una horchata con fartons en una horchatería que me habían recomendado (y que Warmy ya conocía).
Y que buena resultó estar! Tanto vicio le cogimos que acabamos volviendo todos los días.
A cenar a casa (teriyaki, verduras y un arroz pasado que todavía me pesa) y a dormir, que el día siguiente también prometía largo.
La mañana del domingo la dedicamos, Warmy por su lado a dormir, y el resto a ver peces. El oceanográfico fue una visita divertidisima. Vimos crusteceos, cetáceos, quelonios, equinodermos, sirénidos y peces de todos los colores, tamaños y formas imaginables. Volvimos a inflarnos de andar y sacamos patadas de fotos y videos.
Por la tarde se incorporó de nuevo Warmy con intención de visitar el museo fallero (que estaba cerrado). Pecata minuta, pillamos el rio y después de un paseo muy agradable acabamos en el parque Gulliver donde echamos una tarde muy entretenida a base de tirarnos por los toboganes y esquivar niños pequeños. Después de tanto ejercicio, nos recompensamos con una horchata con fartons.
Aquella noche se nos unió Ramón y nos fuimos a ver fuegos artificiales. El ambiente estaba muy concurrido y el castillo de fuegos fue el mejor que he visto hasta ahora (al menos el que he visto desde más cerca). Acabamos la noche haciendo el cafre en los columpios de enfrente de mi casa.
El día siguiente era el último y lo quemamos (literalmente). Por la mañana fuimos al pueblo de Ramón, que nos guió hasta la albufera, nos acompañó a comprar petardos y nos invitó a una comida deliciosa.
Por la tarde tocaba ver las fallas. Sea por grandes, coloridas, divertidas o bien ejecutadas, la mayoría de las fallas que vimos eran espectaculares (también las había cutres, por supuesto).
Creo que lo mejor de esa tarde y esa noche fue el camino entre falla y falla, que estuvo sembrado de petardos (hasta tuvimos que parar para reaprovisionarnos) Las guerras de petardos y los experimentos explosivos puntuales fueron divertidisimos. Es dificil resumir en pocas palabras lo bien que nos lo pasamos ese día.
Y el fin de la visita llegó, casi de improvisto. Sobreponiendonos al dolor generalizado de espaldas, pies y piernas nos tomamos la última horchata. Los malagueños volvieron al cuartel general, espero que con un buen recuerdo. A los que por una cosa o por otra no pudisteis visitarme en esta ocasión, mi casa está abierta siempre para cuado querráis venir.
Para mí no terminó Fallas ahí, me volví a unir a Warmy y Ramón para visitar Sagunto y Port Saplaya y para ver arder las fallas en la Noche del Fuego.
Una vez consumidos los fuegos y recogidas las cenizas, se acabaron las fiestas y con ellas las vacaciones. He vuelto a la rutina de las clases y el estrés.
Pero ya mismo llega Semana Santa y nos volveremos a juntar!
Hasta dentro de dos semanas y si no media algún post más, un abrazo a todos.