Lo absurdo lo vimos nada más llegar al Prâter de Viena (un parque de atracciones), donde un curioso personajillo nos dio la bienvenida más calurosa (a 0º C)...
... para luego seguir caminando, y encontrarnos con que, algo muy nuestro, ha llegado a Viena. Un gato con la boca abierta. "Miau, que te como!!"...
... El Ratón Vacilón...
...Seguidamente, descubrimos que Tívoli no es sólo danés, ni tampoco malagueño,
sino también vienés...
sino también vienés...
... Para llegar al culmen de todo viaje, que no podía ser otro...
FIN