"Los dos nos miramos estando en las respectivas camas cuando los gritos volvieron: la segunda temporada había comenzado. Segunda temporada, un nuevo personaje, el padre vuelve al hogar tras un tiempo en las afueras..."
Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que os hablamos de nuestras vecinas, y mucho hemos aprendido de ellas desde entonces. Descubrimientos reveladores que nos han hecho tener una nueva concepción de sus personas. En esta ocasión no tenemos fotos, ni montajes, pero sí asombrosos relatos.
"Como en toda segunda parte, debe de aumentar la acción y la sangre, por ello en la nueva temporada se incrementan el número de golpes, y un acontecimiento sin precedentes, la protagonista gritona sale por primera vez al rellano, y portazos".
En primer lugar podemos confirmar que son Madre e Hija, como os habíamos asegurado siempre. Sin embargo ahora sabemos que hay alguien más en la casa...
"- El dinero es de mama y mío, no para ti. Nos coges el dinero sin permiso.
- He llamado a la policía para que te metan en el calabozo y te pudras allí. Y voy a llamar al 010 que me lo ha dicho la policía.
- Tú aquí no entras mas, voy a cambiar la cerradura. A mamá la matas trabajando.
- Te aprovechas de las mujeres, eres el diablo para las mujeres. Te reto a que salgamos a la calle y nos enfrentemos".
...alguien que, en un principio, pensamos que era el Padre de la Hija (no necesitamos más nombres para esta pandilla), pero un día tuve una charla con el portero, bendita la hora, que me iluminó enormemente. Ese alguien más es el Hermano... o sea, hay Otro Hijo en casa... Es un hijo que, al parecer vibra mientras habla: da pequeños saltos, se mueve ligeramente y se comporta como si de un flan se tratara. Hoy, en noticias de última hora lo he podido ver subiendo al ascensor... Porque esa es otra...
Hemos ratificado que, en efecto, Las Vecinas Locas viven justo encima nuestra, lo cual nos llevó a otra conclusión: La Hija es Psicóloga.
"- Voy a morirme dos veces.
- Soy el Miguel Ángel Blanco de esta casa y tú eres el asesino".
Un orgullo para el gremio.
Pero no todo son acontecimientos tan desorbitados, también tuvieron lugar algunos enfrentamientos por motivos de lo más costumbristas, como aquella vez en que la madre despertó a su hija una hora antes de lo debido y ella se levantó furiosa y gritando como una vellaca (tal y como nos tiene acostumbrados). Hemos llegado a pensar que esta mujer puede compatibilizar las tareas cotidianas con los gritos: maldecir y hacer la comida, ducharse y odiar, planchar e insultar...
"- Te voy a mandar al asilo, te lo juro que lo hago".
Estamos esperando un último gran golpe, una última gran batalla entre ellas que nos haga despedirnos de este piso con un recuerdo memorable. Pero, seamos humildes, nosotros hemos disfrutado de ellas durante 9 meses, pero pocos de vosotros habéis tenido el privilegio de escucharlas.
Pero hoy, eso se acaba.
Aquí os dejamos una grabación única, inédita, en la que por fin podéis escuchar una de sus trifulcas en un escenario de lujo: nuestra cocina. Subid el volumen de vuestros altavoces y pegad las orejas, que esto no se os olvide nunca.
Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que os hablamos de nuestras vecinas, y mucho hemos aprendido de ellas desde entonces. Descubrimientos reveladores que nos han hecho tener una nueva concepción de sus personas. En esta ocasión no tenemos fotos, ni montajes, pero sí asombrosos relatos.
"Como en toda segunda parte, debe de aumentar la acción y la sangre, por ello en la nueva temporada se incrementan el número de golpes, y un acontecimiento sin precedentes, la protagonista gritona sale por primera vez al rellano, y portazos".
En primer lugar podemos confirmar que son Madre e Hija, como os habíamos asegurado siempre. Sin embargo ahora sabemos que hay alguien más en la casa...
"- El dinero es de mama y mío, no para ti. Nos coges el dinero sin permiso.
- He llamado a la policía para que te metan en el calabozo y te pudras allí. Y voy a llamar al 010 que me lo ha dicho la policía.
- Tú aquí no entras mas, voy a cambiar la cerradura. A mamá la matas trabajando.
- Te aprovechas de las mujeres, eres el diablo para las mujeres. Te reto a que salgamos a la calle y nos enfrentemos".
...alguien que, en un principio, pensamos que era el Padre de la Hija (no necesitamos más nombres para esta pandilla), pero un día tuve una charla con el portero, bendita la hora, que me iluminó enormemente. Ese alguien más es el Hermano... o sea, hay Otro Hijo en casa... Es un hijo que, al parecer vibra mientras habla: da pequeños saltos, se mueve ligeramente y se comporta como si de un flan se tratara. Hoy, en noticias de última hora lo he podido ver subiendo al ascensor... Porque esa es otra...
Hemos ratificado que, en efecto, Las Vecinas Locas viven justo encima nuestra, lo cual nos llevó a otra conclusión: La Hija es Psicóloga.
"- Voy a morirme dos veces.
- Soy el Miguel Ángel Blanco de esta casa y tú eres el asesino".
Un orgullo para el gremio.
Pero no todo son acontecimientos tan desorbitados, también tuvieron lugar algunos enfrentamientos por motivos de lo más costumbristas, como aquella vez en que la madre despertó a su hija una hora antes de lo debido y ella se levantó furiosa y gritando como una vellaca (tal y como nos tiene acostumbrados). Hemos llegado a pensar que esta mujer puede compatibilizar las tareas cotidianas con los gritos: maldecir y hacer la comida, ducharse y odiar, planchar e insultar...
"- Te voy a mandar al asilo, te lo juro que lo hago".
Estamos esperando un último gran golpe, una última gran batalla entre ellas que nos haga despedirnos de este piso con un recuerdo memorable. Pero, seamos humildes, nosotros hemos disfrutado de ellas durante 9 meses, pero pocos de vosotros habéis tenido el privilegio de escucharlas.
Pero hoy, eso se acaba.
Aquí os dejamos una grabación única, inédita, en la que por fin podéis escuchar una de sus trifulcas en un escenario de lujo: nuestra cocina. Subid el volumen de vuestros altavoces y pegad las orejas, que esto no se os olvide nunca.
Hasta siempre, Vecinas Locas. Os llevaremos en el corazón y los nuevos inquilinos os llevarán en la sangre.